La alergia a los alimentos, “EL NUEVO VILLANO”

Las reacciones a los alimentos son comunes y pueden dividirse en dos categorías: alergia alimentaria y reacciones no alérgicas a los alimentos. En este texto vamos a abordar las causas, los síntomas y el tratamiento de las alergias alimentarias.
La distinción entre los tipos de reacción a los alimentos es importante una vez que presentan grados de gravedad y diferentes tratamientos.
 
a) alergia alimentaria: es una reacción del sistema inmune a una o más proteínas de uno o más tipos de alimentos. La alergia alimentaria puede, en algunos casos, llevar a un cuadro de anafilaxia severa.
 
b) Reacciones no alérgicas: son reacciones que no son causadas por la activación del sistema inmune; entre ellas podemos mencionar la intolerancia a la lactosa, el reflujo gastroesofágico el dolor de estómago, la intoxicación alimentaria, etc. Y que muchas veces se confunden con alergia o se les asigna este término por no entender correctamente los términos.
 
Alergia Alimentaria
 
La alergia alimentaria afecta a alrededor del 8 % de los niños y hasta un 3% de los adultos. La alergia alimentaria tiene un fuerte componente genético y hasta un 70% de los pacientes tiene historia familiar positiva.
 
La alergia alimentaria clásica es la causada por la acción de un anticuerpo llamado IgE.
 
Nuestro sistema inmunológico está programado para luchar contra cualquier sustancia extraña que invada nuestro cuerpo, sin embargo, hay cierta tolerancia cuando estas sustancias entran por el sistema gastrointestinal. Un paciente alérgico a determinado alimento tiene, de hecho, un sistema inmunitario que reacciona desproporcionadamente a la llegada de una determinada proteína, pensando que es un invasor peligroso. Un paciente con alergia alimentaria suele tener otros tipos de alergia, tales como rinitis, asma, alergias de la piel, etc., porque el problema es la producción de IgEs dirigidas a blancos inadecuados, es decir, proteínas no nocivas para nuestro organismo. Más del 1/3 de los niños con eczema (alergia en la piel) también tienen alergia a algunos alimentos.
 
Por ejemplo, un paciente alérgico a los mariscos es realmente alérgico a una o más proteínas presentes en estos alimentos. Por lo tanto, el paciente alérgico a los camarones no puede tolerar otros crustáceos, puesto que las proteínas son muy similares. Siguiendo la misma lógica, los pacientes alérgicos a los cacahuetes también pueden presentar reacción a la ingestión de soja, guisantes o judías. A esto se le denomina alergia cruzada.
 
Cuando una de estas proteínas alcanza el tracto digestivo, los anticuerpos de tipo IgE piensan erróneamente que éstas son dañinas para el cuerpo y desencadenan una reacción inflamatoria en un intento de destruir a este atacante. Cuando los anticuerpos IgE se unen a una proteína, ellos activan otras células, como los mastocitos (presentes en grandes cantidades en los pulmones, garganta, piel, nariz y los intestinos) y los basófilos que circulan en la sangre. Estas células producen sustancias químicas como la histamina, responsable de la destrucción del agente invasor que, al final, terminan causando los síntomas típicos de alergia. El mecanismo de la alergia alimentaria es similar, por ejemplo, al de la rinitis alérgica.
 
Cuanto mayor es la reacción del cuerpo a la presencia de una determinada proteína, mayor es la liberación de productos químicos por los mastocitos y basófilos y mayor la reacción alérgica. En algunos casos, la reacción es tan desproporcional que pone la vida del paciente en peligro, cuadro este llamado anafilaxia.
 
Síntomas de la alergia alimentaria
 
Los síntomas de una alergia alimentaria aparecen en unos pocos minutos después de la ingestión de los alimentos, sin embargo, pueden tardar hasta 4 a 6 horas. Como hay gran cantidad de mastocitos en el pulmón, la garganta, piel, nariz y los intestinos, los síntomas alérgicos suelen vincularse a estos órganos.
 
El síntoma más común de alergia a un alimento es la urticaria, placas rojas y pruriginosas (que pican) situadas generalmente en el tronco. Otro síntoma común, pero más peligroso, es el angioedema, una hinchazón de las mucosas que se manifiesta generalmente con edema de los labios. Cuando el angioedema es grave, puede ocurrir hinchazón de la lengua y de las mucosas de la garganta, causando la obstrucción del flujo de aire a los pulmones. El paciente puede dejar de respirar debido a la obstrucción del aire.
 
Otros síntomas de alergia incluyen rinitis, conjuntivitis, alergia respiratoria, asma, diarrea, dolor abdominal y vómitos.
Si hay una masiva activación de basófilos y mastocitos, la reacción puede ser tan fuerte que causa una vasodilatación excesiva, llevando al paciente a un estado de shock circulatorio conocido como shock anafiláctico.
 
Síndrome de alergia oral
 
El síndrome de alergia oral, también conocido como síndrome de alergia de polen-alimento, es un tipo de alergia que afecta a casi la mitad de los pacientes con rinitis alérgica al polen. Estos pacientes presentan un cuadro de alergia a frutas y verduras crudas que se manifiesta inmediatamente después de la ingestión de estos. Los alimentos más comunes son plátano, melón, sandía, manzana, melocotón, ciruela, zanahoria, pepino, calabaza, avellana, apio, entre otros.
 
Alergia alimentaria después de ejercicio físico
 
Hay un tipo de alergia que se manifiesta solamente si el paciente practica alguna actividad física hasta 4 horas después de comer ciertos alimentos. El paciente con este tipo de alergia puede comer camarón y nada sentir, pero si come y está practicando algún tipo de ejercicio, puede inclusive sufrir una reacción anafiláctica.
 
Tratamiento de la alergia alimentaria
 
El mejor tratamiento de las alergias alimentarias es la prevención. No hay un tratamiento que cure las alergias alimentarias. Lo más importante es identificar los alimentos que causan alergia y evitarlos permanentemente.
 
Cuando el paciente todavía no conoce los alimentos que le causan alergia o cuando hay ingestión accidental de un alimento prohibido, el tratamiento orienta al control de la reacción alérgica. Los fármacos más comúnmente utilizados son los antialérgicos (antihistamínicos) y los corticoides. En casos de shock anafiláctico se hace tratamiento con inyección de adrenalina.
 
Pacientes con antecedentes de reacción anafiláctica a alimentos deben llevar tarjetas o pulseras explicando su alergia para que puedan ser rápidamente diagnosticadas y tratadas, si es necesario. Muchos pacientes portan jeringas automáticas de adrenalina si necesitan tratamiento inmediato.
 
Aproximadamente el 85% de los niños espontáneamente dejan de ser alérgicos a la mayoría de los alimentos (huevos, leche de vaca, trigo y soja) entre los 3-5 años de edad. La prueba cutánea sigue siendo positiva, a pesar de existir la tolerancia al alimento. La alergia a cacahuetes, nueces, pescado y camarones raramente desaparece.