Si las secreciones en la nariz son especialmente espesas, podemos recomendarle el uso de gotas de solución salina para ayudar a ser drenadas. Las mismas se venden sin receta médica o pueden ser hechas en casa, añadiendo un cuarto de cucharadita de sal de mar (1/4) , un cuarto de cucharadita de bicarbonato de sodio (1/4) a un vaso con ocho onzas de agua.
A menos que el otorrinolaringólogo lo recomiende, no use gotas que contengan compuestos como la oximetazolina o nafazolina porque pueden ser absorbidas en cantidades que puedan provocar efectos secundarios.
El colocar un humidificador de aire frío en el dormitorio puede generar mas comodidad durante la noche. Limpie y seque el humidificador diariamente para prevenir el crecimiento de bacterias o moho (siga las instrucciones que vienen con el aparato). Los vaporizadores directos con agua caliente no son recomendables porque pueden causar escaldaduras o quemaduras.
Si a pesar de esto continúan las molestias acude con el otorrinolaringólogo quien podrá descartar enfermedades como alergia o sinusitis.