Empezando por el hecho de que la cerilla o cerumen no es malo y los hisopos no son los mejores aliados para mantenerlos saludables. Aquí te decimos el ABC para limpiarlos correctamente. Y recuerda los oídos se limpian con los codos.
Puede no ser del todo amigable a la vista, pero la cera/cerilla/cerumen , cumple una función importantísima. Lubrica y le da protección a los oídos contra bacterias, hongos y hasta insectos. Cuando nos colocamos un hisopo solemos empujarla, bloqueando por completo el canal. Y esto se debe a que el conducto auditivo externo es como un cono. Si bien al introducir el hisopo extraemos “cierta cantidad” de este material, al irlo introduciendo vamos empujando el cerumen que se encuentra en la porción mas interna y según sigamos perpetuando esta actividad terminara por formarse un tapón de cerilla
Cuándo hay que preocuparse
*Si sentimos dolor o la sensación de que están tapados.
*Si perdemos la audición aunque sea parcialmente.
*Si sentimos un zumbido o cualquier ruido molesto.
*Si pican o generan algún olor.
La mejor manera de limpiar los oídos
El bloqueo que se causa al acumular la cera es una de las principales causas de la pérdida de audición. Las orejas funcionan de tal forma que la cera que sobra es eliminada, siempre y cuando se encuentran saludables. Así que en esos casos, alcanza con eliminar el posible exceso con una toalla para que no se bloquee el canal, sin insertar nada en el oído.
Si bien lo mejor es consultar a un médico que puede remover de forma manual y efectiva el bloqueo, a través de algunos instrumento o de un lavado de oído, es mejor consultarlo para evitar lesiones del conducto No intentes introducir nada en el oído en un intenta por limpiarlos, es mejor que acudas con el especialista y evites algún daño no intencional en tus oídos