En el interior de la nariz se encuentra la cavidad nasal, dividida en dos conductos por el tabique nasal. El tabique nasal está compuesto de hueso y de cartílago, y se extiende desde las fosas nasales hasta la parte posterior de la garganta. Habitualmente, el tabique nasal es recto y está en la línea media entre ambas ventanas nasales. En ocasiones puede estar desviado debido a un defecto congénito o a causa de una lesión, de tal modo que uno de los orificios nasales sea mucho mayor que el otro. La mayoría de las personas tienen alguna desviación poco importante del tabique que hace que uno de los orificios nasales sea más estrecho que el otro sin ninguna relevancia clínica, es decir , que no genera síntomas.

No obstante, si la desviación es importante puede obstruir un lado de la nariz, causando congestión nasal y haciendo que la persona sea propensa a la inflamación de los senos paranasales (sinusitis), particularmente si el tabique desviado obstaculiza el drenaje desde alguno de los senos paranasales hacia la cavidad nasal.

De igual modo, un tabique desviado puede hacer que la persona sea propensa a hemorragias nasales, debido al efecto de resecamiento ejercido por el flujo de aire sobre la desviación. Otros síntomas pueden incluir dolor facial, cefalea y respiración oral nocturna con la presencia de ronquidos nocturnos hasta pausas en la respiración , mejor conocidos como apneas
La septoplastia, es la cirugía para la corrección de la desviación del tabique, tiene como objetivo que el paciente logre un sueño más reparador y respire de forma óptima. Es un procedimiento sencillo realizado generalmente mediante anestesia general.

Acércate con el otorrinolaringólogo si sospechas que tienes este problema