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Rinoplastía Femenina
Un objetivo compartido en la cirugía nasal estética en la mujer es la de hacer su rostro más balanceado a simple vista, que su nariz no sea el punto principal a donde se dirija la mirada si no que forme parte de un todo, dando armonía a su cara.
En las mujeres, comúnmente la meta a alcanzar es suavizar los rasgos; vista de frente hay afinar la punta y angostar el ancho de la nariz. En la vista de perfil se debe obtener un dorso de líneas más suaves, una nariz bien proyectada hacia adelante y una punta nasal ligeramente rotada hacia arriba. No existe la nariz perfecta ni la nariz ideal.
En vez de ello se debe trabajar sobre su silueta básica y tratar de mejorar la nariz cumpliendo objetivos definidos desde antes de operar, en vez de tratar de copiar la nariz de una foto o modelo de revista, que sucede con mucha frecuencia en el caso de las mujeres. El resultado debe ser lo más natural posible y de acuerdo a la estructura anatómica particular de cada paciente , no es lo mismo trabajar una nariz con rasgos faciales caucásicos, asiáticos o mestizos
La nariz es una parte inexpresiva de nuestra cara, que apenas tiene movilidad, y sin embargo genera una atención extraordinaria. Su forma exacta ha sido decisiva para juzgar la belleza femenina, aunque también y cada vez más la masculina.
La globalización ha determinado la falta de aceptación (curiosamente entre las mismas mujeres) de narices propias de las tierras desérticas o muy cálidas, más grandes o incluso alargadas o aguileñas. Muchas veces por cuestión genética o simplemente por procedencia geográfica, no son aceptadas dentro de los estigmas de la nariz bella en una mujer y desentonan con el canon establecido de la nariz pequeñita (de princesa) lo que explica el extraordinario auge de la rinoplastia de reducción.
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