La pérdida del olfato puede ocurrir con afecciones que impiden que el aire llegue a los receptores olfativos situados en la parte alta de la nariz, o la pérdida o lesión de dichos receptores. La pérdida del olfato no es grave, pero en ocasiones puede ser un signo de un trastorno del sistema nervioso.
Es común que se presente la pérdida temporal del sentido del olfato con los resfriados comunes y las alergias nasales, como la fiebre del heno (rinitis alérgica). Puede igualmente ocurrir después de una enfermedad viral.
Algo de pérdida del olfato se presenta con la edad. En la mayoría de los casos, no hay una causa obvia y no existe ningún tratamiento.
El sentido del olfato también aumenta su capacidad para percibir los sabores
Muchas personas que pierden el sentido del olfato también se quejan de que pierden el sentido del gusto. La mayoría todavía puede diferenciar los sabores salado, dulce, agrio y amargo, los cuales se perciben en la lengua, pero es posible que no sean capaces de diferenciar otros sabores. Algunos condimentos, como la pimienta, pueden afectar los nervios faciales. Usted puede sentirlos más que olerlos o saborearlos.
¿Cómo se trata la pérdida del olfato y qué cuidados debes tener?
De entre las causas de pérdida de olfato o anosmia, por ejemplo, las infecciones y la inflamación de los senos paranasales se tratan con inhalaciones de vapor, aerosoles nasales, antibióticos y, en algunos casos, cirugía.
Sin embargo, el sentido del olfato no siempre se recupera incluso después de un tratamiento eficaz de la sinusitis. Los tumores se extirpan quirúrgicamente o se tratan con radioterapia pero este tratamiento, por lo general, no restaura el sentido del olfato. Los pólipos en la nariz se extirpan, con lo que se consigue, en algunos casos, recuperar la capacidad olfativa. Los fumadores deben abandonar el hábito del tabaco.
No existen tratamientos específicos para la anosmia. En las personas afectadas que conservan parte de su capacidad olfativa la adición de agentes saborizantes concentrados a los alimentos mejora su satisfacción con la comida.
Los detectores de humo, importantes en todos los hogares, son aún más importantes en los sujetos con anosmia porque no pueden oler el humo. Los médicos recomiendan a las personas con anosmia que tengan cuidado antes de consumir alimentos almacenados y al utilizar gas natural para la cocina o la calefacción, ya que pueden tener dificultades para detectar fugas de gas o alimentos deteriorados.
¿Cuáles son las alteraciones del olfato?
- La hiposmia es una reducción en la capacidad para detectar olores.
- La anosmia es la total incapacidad para detectar olores. En raras ocasiones, se puede nacer sin el sentido del olfato, lo que se llama anosmia congénita.
- La parosmia es un cambio en la percepción normal de los olores, por ejemplo, cuando se distorsiona el olor de algo familiar, o cuando algo que normalmente le agradaba de repente se vuelve desagradable.
- Las alucinaciones olfatorias representan la sensación de percibir un olor que en realidad no está presente.
Cualquiera de ellas debe ser valorada por el otorrinolaringólogo.
¿Cuán serios son los trastornos del olfato?
Al igual que los demás sentidos, el sentido del olfato juega un papel importante en nuestra vida. El sentido del olfato a menudo es la primera señal que nos alerta sobre el humo de un incendio, alimentos que se han echado a perder, o el olor de una fuga de gas natural u otras emisiones peligrosas.
Cuando se altera el sentido del olfato, algunas personas suelen cambiar sus hábitos alimenticios. Algunos pueden comer muy poco y comienzan a perder peso, mientras que otros pueden comer demasiado y comienzan a aumentar de peso. Ya que la comida se vuelve menos agradable, es posible que usted comience a agregar demasiada sal para mejorar el sabor de la comida. Esto puede ser un problema si usted tiene o está en riesgo de ciertos problemas médicos, como la presión arterial alta o enfermedades de los riñones. En los casos graves, la pérdida del olfato puede llevar a la depresión.
Los problemas con los sentidos químicos también pueden ser una señal de otros problemas serios de salud.
Un trastorno del olfato puede ser una señal temprana de la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer o la esclerosis múltiple. También puede estar relacionado con otros problemas médicos, tales como la obesidad, diabetes, presión arterial alta y desnutrición. Si usted cree que tiene algún trastorno del olfato, hable con su médico.