Estas medidas incluyen lo siguiente:
- Sentarse derecho e inclinarse hacia adelante. Al permanecer derecho, reduces la presión arterial en las venas de la nariz. Esto previene mayores sangrados. Sentarse e inclinarse hacia adelante ayudará a que no tragues sangre, lo que puede irritar el estómago. Un error frecuente es que echen la cabeza hacia atrás siendo la forma mas peligrosa para que se forme un coagulo y obstruya la luz de la garganta
- Sonarse la nariz suavemente para eliminar algún resto de sangre coagulada. Usa un descongestionante nasal en espray con sustancias como la oximetazolina
- Presionar las fosas nasales. Usa el pulgar y el dedo índice para tapar ambas fosas nasales, incluso si solo un lado está sangrando. Respira por la boca. Sigue tapándote la nariz durante 10 o 15 minutos por reloj. Esta maniobra ejerce presión en la hemorragia del tabique nasal y a menudo detiene el flujo de sangre. Si el sangrado viene de más arriba y no se detiene por sí solo, es posible que el médico necesite aplicar un taponamiento nasal.
- Repite. Si el sangrado no se detiene, repite estas medidas durante un máximo de 15 minutos.
Cuando el sangrado se haya detenido, y para evitar que vuelva a sangrar, no te rasques, te soples la nariz ni te inclines hacia abajo durante varias horas. Mantén la cabeza por encima del nivel del corazón.
Entre los consejos para prevenir sangrados nasales se incluyen los siguientes:
- Mantener húmeda la membrana interna de la nariz. Especialmente durante los meses más fríos en los que el aire es seco, aplica vaselina o un ungüento antibiótico (bacitracina o Neosporin) con un hisopo de algodón tres veces al día. Un espray nasal salino también puede ayudar a humedecer las membranas nasales secas.
- Cortar las uñas de tu hijo. Mantener las uñas cortas ayudar a evitar hurgarse la nariz.
- Uso de un humidificador. Si vives en un ambiente seco el humidificador contrarrestará los efectos del aire seco, ya que agrega humedad en el aire y evita la resequedad nasal