Hospital Angeles Metropolitano
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La hipertensión y las hemorragias nasales

La hipertensión puede contribuir a la persistencia de una hemorragia nasal que ya había comenzado, pero es improbable que sea la única etiología.

Deben evaluarse los signos vitales que permitan indicar disminuciones del volumen intravascular (taquicardia, hipotensión) e hipertensión marcada. En caso de hemorragia activa, el tratamiento debe comenzar en forma simultánea con la evaluación.

La inspección es difícil durante la hemorragia activa, de modo que lo primero que debe hacerse es detener la hemorragia como se describe a continuación. El especialista examinará la nariz usando un espéculo nasal y una lámpara de luz clara o un espejo cefálico, que deja las manos libres para manipular la aspiración o algún instrumento.

Los focos de hemorragia anterior suelen evidenciarse en el examen directo. Si no se evidencia ningún sitio y hubo sólo 1 o 2 sangrados nasales menores, no es necesario un examen ulterior. Si la hemorragia es intensa o recurrente y no se observa ningún foco, puede ser necesario realizar la endoscopia con fibra óptica.

El examen general debe investigar signos de trastornos hemorrágicos, como petequias, púrpura y telangiectasias periorales y de la mucosa bucal, así como masas intranasales.

Signos de alarma:

Los siguientes hallazgos son de particular importancia:

• Signos de hipovolemia o shock hemorrágico
• Uso de anticoagulantes
• Signos cutáneos de un trastorno hemorrágico
• Hemorragia que no cesa por la compresión directa o con torundas de algodón embebidas en un vasoconstrictor
• Recurrencias múltiples, en especial sin una causa clara

Consulta con el médico si tienes sangrados nasales frecuentes, incluso si puedes detenerlos con facilidad. Es importante determinar la causa de los mismos.

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