Se denomina epistaxis a todo proceso hemorrágico que tenga su origen en las fosas nasales. Es un motivo de consulta relativamente frecuente, que si bien no suele ser grave, puede llegar a ser muy preocupante, especialmente si se trata de un paciente pediátrico. La mayoría de los sangrados nasales suelen ser escasos y autolimitados aunque algunos pueden ser recurrentes.
Por otro lado existen causas locales y causas generales.
Causas locales:
• Procesos infecciosos-inflamatorios nasales: rinosinusitis, enfermedades granulomatosas como la tuberculosis, la granulomatosis de Wegener, sífilis, etc.
• Anomalías septales: desviaciones o perforaciones del tabique nasal.
• Tumores benignos o malignos de las fosas y senos paranasales.
• Cuerpos extraños intranasales.
• Traumas nasales-faciales: accidentales o quirúrgicos.
• Rinitis seca y atrófica.
En los niños la causa mas frecuente es el traumatismo provocado por el rascado a consecuencia de la Rinitis alérgica.
Causas generales:
• Discrasias sanguíneas: coagulopatias congénitas como las hemofilias o adquiridas por el uso de anticoagulantes o antiagregantes.
• Enfermedades vasculotensionales: hipertensión arterial, vasculopatía diabética.
• Anomalías vasculares: Enfermedad de Rendu-Osler-Weber, malformaciones arterio-venosas.
• Hormonal: durante la pubertad y el embarazo se produce un aumento de la vascularización de la mucosa nasal.
Síntomas
Como comentamos inicialmente las epistaxis suelen ser escasas y autolimitadas; cuando se trata de un sangrado de mayor cuantía suele manifestarse la salida de sangre por una de las narinas (orificios nasales) y/o hacerse bilateral en la medida que la sangre refluye por la parte posterior de las fosas. Puede además ser expulsada por boca si la sangre se dirige hacia la nasofaringe.
En los casos más severos el paciente puede encontrarse mareado con sudoración, taquicardia e hipotensión. Es también frecuente la presencia de nauseas y vómitos debido a la deglución de la sangre.
Diagnóstico
Según la severidad del sangrado y la repercusión hemodinámica en el paciente éste precisará una valoración urgente o preferente por un especialista de cara a un control rápido y eficaz del sangrado.
El principal objetivo será identificar la localización del sangrado; para esto suele ser suficiente una rinoscopia anterior ya que como comentamos la mayoría de los sangrados se origina en la parte más anterior del septum nasal. Además puede ser necesaria la realización de una endoscopia nasal y la exploración de la orofaringe. En ocasiones y con el objetivo de explorar mejor las fosas, el médico puede aplicar algodón con vasoconstrictor tópico o usar un aspirador para eliminar los coágulos.
¿Sabes cómo se trata un sangrado nasal
El tratamiento dependerá de la etiología, la localización y de la severidad del sangrado. En los sangrados menores suele ser suficiente con realizar presión sobre la fosa nasal afectada por unos 15-20 minutos.
Sin embargo, si se trata de un sangrado de mayor severidad, se puede tratar con cauterización química con nitrato de plata para lo cual es necesaria la clara identificación del punto sangrante.
Otro método altamente eficaz, es el taponamiento nasal anterior el cual se puede realizar con diferentes materiales, y en los casos más severos se usan los taponamientos posteriores siendo usual el ingreso hospitalario del paciente.
Tratamiento quirúrgico: en algunos casos es necesario llevar el paciente a quirófano para control del sangrado. Esto se puede realizar bajo anestesia general o sedación y con visión endoscópica. Dentro de los métodos descritos tenemos, la electrocoagulación con pinza monopolar o bipolar, la ligadura arterial, y menos frecuente la fotocoagulación con láser.
Recomendaciones para pacientes:
• Ante un episodio de epistaxis el paciente debe intentar mantener la calma, recordando que los sangrados nasales suelen ser autolimpiador y que tienen su origen en las propias fosas nasales.
• Debe mantener una postura neutral de la cabeza, evitando llevarla hacia atrás para evitar la deglución y/o aspiración de la sangre.
• Debe presionar a modo de pinza las narinas por mínimo 15 minutos.
• Puede introducir algodón o gasa mientras ejerce la presión o bien impregnar el algodón con agua oxigenada antes de introducirlo en la nariz para lograr un doble efecto hemostático.
• Si a pesar de todo persiste un sangrado activo lo mejor será solicitar ayuda profesional.
• Para prevenir las epistaxis se recomienda hidratar las fosas nasales con pomada nasal o vaselina neutra, así mismo se desaconseja la manipulación digital de las fosas nasales para su limpieza, siendo mejor los lavados con suero fisiológico o agua de mar.