La nariz es la estructura anatómica facial que determina el equilibrio estético y funcional de la cara, porque además tiene funciones como órgano sensorial y respiratorio.
Debido a esto, la cirugía estética de nariz, es una de las más complejas y por lo tanto el otorrinolaringólogo, junto con la/ o el paciente y también con su anestesiólogo deben obligatoriamente realizar una valoración exhaustiva antes de realizar el procedimiento.
El resultado final de cualquier rinoplastia se desarrolla gracias a la anatomía única de cada paciente y la habilidad del cirujano en correctamente diagnosticar exactamente los componentes anatómicos de cada persona, y no mediante programas informáticos donde el paciente puede ver los resultados de la operación antes de pasar por el quirófano, sin tomar en cuenta que la evolución de cada paciente es diferente. Es muy frecuente ver que llegan pacientes con fotos de figuras publicas (actores, cantantes deportistas) con la intensión de que el resultado final de su cirugía sea el de la foto que ellos taren. Este tipo de situaciones nos ayudan a determinar que expectativa desea el paciente y nos ayuda a orientar a cada uno de ellos de acuerdo a su anatomía de origen, y ver los posibles resultados potenciales, por supuesto que siempre se buscara una mejoría importante pero hay que considerar que cada en caso se debe valorara la estructura de la nariz, las características de la piel y el resto de los elementos de la cara para buscar un resultado armónico global.
Por ello es importante ser claros con los pacientes, el especialista no puede clonar la nariz de una persona en otra; es decir, sacar una copia, lo que se debe hacer es explicar al paciente que su nariz mejorará, cambiará y se obtendrán mejores resultados, manteniendo los rasgos genéticos, buscando no solo la belleza sino también la armonía facial.