Existen situaciones por las cuales un paciente puede estar presentando cuadros repetitivos de infecciones de vías respiratorias altas, descartando el hecho de que un paciente tenga alguna alteración de inmunodeficiencia. Y lo que esto genera es que el sistema inmune no este trabajando al 100% debido a estas infecciones (virales y/o bacterianas)
La posibilidad de estimular los mecanismos de defensa y la respuesta inmune ha sido valorado por múltiples canales a través de varios años. Las vitaminas en general pueden mejorar ciertas funciones generales que mejoran la resistencia local de un tejido ante una infección, pero su efecto es local , por ejemplo la vitamina C incrementa a resistencia de las cubiertas de la via respiratoria y evita que los gérmenes se queden ahi
Por otro lado tenemos a las vacunas que mejoran eficientemente la función del sistema inmune ante UN germen patógeno en particular.
Con fines de incrementar la respuesta inmune ante las infecciones se han desarrollado productos químicos y biológicos los cuales incluyen entre otros: citocinas, interferones y factores estimulantes de colonias de granulocitos (glóbulos blancos), que en general incrementan la efectividad de nuestro sistema de defensas. En nuestro país se comercializan varios preparados farmacológicos de origen bacteriano conocidos genéricamente como inmunoestimulantes orales, los cuales básicamente consisten en partes de bacterias muertas que tiene la capacidad de generar una activación de nuestro sistema inmune.
Aunque existen controversias respecto a sus indicaciones, existen estudios clínicos que avalan su uso como adyuvantes en el tratamiento y prevención de infecciones respiratorias recurrentes. Estos productos favorecen que los niveles de algunas inmuglobulinas (IgG e IgA) séricas aumenten significativamente, alcanzando la normalidad en la mayoría de los casos, con diferencias estadísticamente significativas respecto a un grupo control que recibió un placebo.
El uso de inmunoestimulantes orales esta indicado en la mayoría de todos los pacientes, especialmente niños, que presentan mayor susceptibilidad a infecciones o infecciones a repetición, especialmente respiratorias, en los cuales se ha descartado un defecto anatómico, una inmunodeficiencia primaria y que tienen una probable inmunosupresión secundaria sin causa conocida. Así, los niños que tienen infecciones recurrentes deben ser evaluados con las pruebas de función inmunológica apropiadas, corregir las causas de inmunodeficiencia secundaria cuando sea posible, y si no existe un factor causal susceptible de corrección con el tratamiento de la causa, podrían recibir inmunoestimulantes orales.